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Rab. Uri
Re´e, mirá. Así comienza la Parasha de esta semana y este es el nombre de esta porción semanal. Moshe le dice al pueblo de Israel: “Mirá, yo pongo delante de ustedes la bendición (Brajá) y la maldición (Klalá)” y este simple versículo revolucionará la teología del mundo antiguo. Cualquier religión del mundo antiguo creía que el hombre y la mujer estaban predestinados por los astros o por los dioses que ellos creían pero, en cambio, la Tora del Dios de Israel dice no, cada uno de nosotros puede elegir y forjar su propio destino. Tenemos libertad de actuar, no podemos responsabilizar a los dioses o a los astros de lo que nos pase, sino que cada uno de nosotros debe mirar, observar, prestar atención y elegir su propio camino. ¡Re´e, mirá! Y en ese camino que tenemos que elegir va a haber diferentes sendas, de la bendición y la maldición, de lo bueno y de lo malo, de lo bueno y de lo mejor. ¿Y saben qué? La Tora no nos dice que Dios nos da a elegir la bendición o la maldición, sino que tenemos delante de nosotros bendición y maldición. ¿Y saben por qué creo yo? Porque en cada una de las decisiones que tomamos en nuestra vida vamos a encontrar seguramente bendición pero también haya una pequeña cuota de maldición, de algo no tan bueno. Y en muchos de los errores que cometamos seguramente haya bastante de maldición, de dolor, de tristeza, pero quizás haya algo también ahí de bendición. Y es en ese camino, en cada una de las decisiones que tomamos sobre la bendición y la maldición que tenemos que, cada uno de nosotros, forjar nuestro propio destino.
Shabbat Shalom!
Re´e, mirá. Así comienza la Parasha de esta semana y este es el nombre de esta porción semanal. Moshe le dice al pueblo de Israel: “Mirá, yo pongo delante de ustedes la bendición (Brajá) y la maldición (Klalá)” y este simple versículo revolucionará la teología del mundo antiguo. Cualquier religión del mundo antiguo creía que el hombre y la mujer estaban predestinados por los astros o por los dioses que ellos creían pero, en cambio, la Tora del Dios de Israel dice no, cada uno de nosotros puede elegir y forjar su propio destino. Tenemos libertad de actuar, no podemos responsabilizar a los dioses o a los astros de lo que nos pase, sino que cada uno de nosotros debe mirar, observar, prestar atención y elegir su propio camino. ¡Re´e, mirá! Y en ese camino que tenemos que elegir va a haber diferentes sendas, de la bendición y la maldición, de lo bueno y de lo malo, de lo bueno y de lo mejor. ¿Y saben qué? La Tora no nos dice que Dios nos da a elegir la bendición o la maldición, sino que tenemos delante de nosotros bendición y maldición. ¿Y saben por qué creo yo? Porque en cada una de las decisiones que tomamos en nuestra vida vamos a encontrar seguramente bendición pero también haya una pequeña cuota de maldición, de algo no tan bueno. Y en muchos de los errores que cometamos seguramente haya bastante de maldición, de dolor, de tristeza, pero quizás haya algo también ahí de bendición. Y es en ese camino, en cada una de las decisiones que tomamos sobre la bendición y la maldición que tenemos que, cada uno de nosotros, forjar nuestro propio destino.
Shabbat Shalom!
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